Recordando el diario: El Desembarco (dia 48)

El suelo del barco no se puede ver, esta cubierto por muchas muchas latas de cervezas. Además debajo hay un saco enorme de piedras para evitar que este vuelque. Aún así, se puede ver en la mirada de los cerca de 20 tripulantes una fe ciega en que este barco esta noche se vuelca. Los tripulantes moros de la compañía Mercaders gritan con fuerza: UNO, todos a estribor, DOS, todos a babor, TRES, con más fuerza a babor, CUATRO, esto empieza a funcionar, el barco va de lado, CINCO se cogen del mástil para dar más fuerza, SEIS...etc. El barco aguanta (de momento). Hace solo un instante que la embarcación ha zarpado del puerto, al igual que lo hacen otras 33 rumbo a la orilla de La Vila (Vilajoiosa) donde esperan los cristianos. Es la guerra! El ambiente es de lo más alucinante, es como si se hubiera adentrado en un videojuego de piratas del caribe. Niebla, fuegos artificiales, tambores y musica, disparos y cañonazos simulando fuego cruzado. La orilla esta llena de antorchas y luces. 'Mercaders! más fuerte: MERCADERS! no se oye, MERCADEEEEEERS!!!!!!! Esta vez vamos a contar hasta 20! UNO, DOS.... a partir de la décima empieza a entrar agua en el barco mientras las cabezas de los mercaders que se encuentran a este lado están sumergidas en el mar. HOMBRE AL AGUA!! El Jaume se ha caído al mar de tanto zarandear. Unos cuantos intentan rescatar el flotador que se había quedado medio hundido entre las latas de cerveza (ya vacías), le tiran el flotador y lo vuelven a subir al barco. Amanece. Los barcos, a pesar de la olas, se acercan a la playa. Empieza el desembarco! Los disparos y tambores bélicos no cesan. Centenares de 'Moros' saltan de sus barcos y nadan hasta llegar a tierra. Los Mercaders también. Al llegar a la playa se lucha contra los cristianos, hasta que todos queden mojados. La embajada Mora llega así al castillo y anuncia su invasión. Los moros han salido victoriosos y lo celebran con música de percusión exquisita. Que no paren los tambores que no hay sueño y toca bailar!

Los moros Mercaders deben continuar de resaca, y yo continuo sin material fotográfico de esa noche, pero creo que en mi dibujo se puede entender el escenario en el que me hallaba, como en un cuento.